martes, 11 de septiembre de 2012

Callado y sin ti

Hubo quien, con fiereza animal,
inventó los silencios del ayer.
Siendo un símbolo entre ausencias.
Un dado sin herida ni sal.

Y aún me dijo, el sin final,
'atadme al filo del atardecer'.
No tiene sombra, ni ojos tristes,
solo un nombre que pronunciar.

Miradlo ahí, en el albor,
cansado, vano, sin caminar.
Al fin y al cabo, son solo dos,
los que deciden trastabillar.

Hubo quien, sin pudor ni placer,
obvió que callar es solo pensar.
Y ahí recostado, en ese burdel,
armó dos palabras, y quiso dudar.

Y aún me dijo, el pobre mortal,
que en el exilio se sabe perder.
Cantando silencios, de trino en juglar,
ahogando las penas en lunas sin mar.

David Laviè
@DavidLavie
http://davidlavie.es

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