martes, 17 de abril de 2012

Ganadores del 4º Concurso de #ConFábula



  • Primer lugar:
Amor ahora me da, lo sé. Amor, aroma no citar. Aparté letra para ti con amor, aroma es ola de mar. ¡Oh! Aroma.
De Pepe, @PepeAA

  • Segundo lugar:
 Así letra paseó dinámicas. Él obra usa, se va. Sí, esa ave lleva a seis aves a su árbol, esa cima nido es, aparte lisa.
De Pepe, @PepeAA

  • Tercer lugar: 
 Leí: puta ramera, a remar a tu piel.  
De Julio Muñoz, @Xulious 


 ¡Gracias por la  participación! Aquí una muestra de todos los participantes:

Storify de los participantes. 

Lluvia.

Hoy amaneció mojado, hoy me mojé mientras caminaba.

Vi a la ventana llorar mientras yo también lloraba.

Hoy amaneció mojado, hoy me mojé mientras los demás caminaban.

Vi en sus ojos la misma lágrima y sus cuerpos inundados.

Hoy amaneció mojado.


El despertar



Cuando abrió los ojos empezaba a amanecer, era un amanecer en tonos rojos y marrones, el paisaje era nuevo, extraño, desconocido. En su piel parecía traer el rocío de la mañana, con los dedos recorrió su silueta para descubrir lo que eran esas gotas que la cubrían,  todo era nuevo para ella. Se pasó la lengua por los labios, tenia sed. Bebió las pequeñas gotas saladas que se deslizaban por sus poros desnudos. Volteó para lamer las dos heridas que tenía en sus escápulas, con cada esfuerzo para girarse brotaban enormes papiros desenrollandose a sus espaldas, eran tersas y todavía estaban húmedas de sangre. 

Caminó con dificultad hasta el pequeño arroyo de agua obscura que encontró en su camino, se sentó a la orilla, bebió y bebió sin poder saciar su sed. 

El denso viento erizó toda su piel provocando extraños espasmos que no conocía, y al momento, los enormes papiros que colgaban por su espalda se abrieron en forma de alas.


Observaba sus manos y el movimiento de sus dedos; las yemas así en movimiento entraron en contacto con su propia piel, recorrió su cara, sintiendo sus facciones, sintió su cuello, su pecho voluptuoso, bajó con sus dos manos por el contorno de su cintura, la cadera y juntó las manos tocando la humedad entre sus piernas, cada mano se deslizo por cada pierna hasta sus pies, entendió que el contacto de sus dedos le provocaba el mismo estremecimiento que cuando el pesado viento la toco por primera vez.


Se acariciaba cada centímetro de su nuevo cuerpo, enredaba los dedos por su larga melena para luego entrelazarlos entre las membranas de esas alas que eran tan diferentes a la textura del resto de su cuerpo, tantas nuevas sensaciones la tenían en éxtasis, se reconocía, su ego crecía, percibió su fuerza y su belleza. 


Todavía no sabia que hacia en aquel raro lugar, estaba ansiosa por descubrirlo…


Ana R.

Él es como el río, ella es como la roca

Él es como el río: no podrías culparle por seguir su cauce, por correr furioso, por languidecer al sol. No podrías detenerlo, pero podrías intentarlo. ¿Qué lograrías? Sus arrebatos, su pasión, su fuerza, no dejarían de ser como son. No dejaría de ser como es. Él es como el río: incontenible, inagotable, inexplicable. Ella es como la roca aferrada a la orilla: permanece, quieta, inerte e insignificante. No parece, pero trata: trata de detener al río, de cambiar su cauce, de contener su ira. Y cada vez fracasa, pero permanece. No logra nada, pero se queda. No cambia nada, pero ella misma no cambia. Él es como el río; ella como la roca. Tal vez algún día el río acabará de destruir a la roca, de moldear sus contornos y sus formas a su modo. O tal vez la fortuna hará que la roca al fin logre contener al río.

Llegaste para marcharme


Verte llegar es verme marchar
Llegaste para hacerme la vida más vida
La muerte menos muerte
La sonrisa más sonrisa
Quiero estar a tu lado para estar dentro ti
Volverte a dibujar
Jugarte
Te conocí en el lugar menos obvio
Y eso me parece toda una premonición
Tus ojos parecen tener la voz de los 80’
Eres de otras épocas
De otros paisajes
De otros declives
Yo te veo llegar con la boca llena de besos
Con la mirada vacía de ciudades
Con la vida llena de futuros
De ti aprendí a volar con los pies en la tierra
A amar
A asumir más riesgos que verdades
A sopesar nada a pesar de todo
A no ser lo que otros quieres que seas
Me cambiaste la vida
La llenaste de esperanza irracional
De esa que llena la vida de risitas y secretos
De esa que es incomprensible
Llegaste para hacerme planear
Y también para hacerme planes
Por delante tenemos un futuro yermo
¿Quién lo macula primero?
Tú de amor desinteresado
Yo de bromas espontáneas
Tú de belleza incitante
Yo de ceguera
Llegaste para hacerme marchar
De esta realidad
A veces canónica y a veces poco interesante
A veces original y a veces rutinaria.
Llegaste para hacerme feliz
Que no es, sino, la sabiduría misma.

René Valdés
@renealonzo

Aquí viene la tristeza



No es una premonición, mucho menos creer que algo pasará.
Es esa maldita sensación de que algo no está bien. Sin duda otra vez la tristeza llegará.
La lluvia me lo advirtió…

Es mi mirada triste perdida en mis adentros, es el más allá
Son estas lágrimas que dibujan letras testigos de un mal tiempo
Es el frío insoportable que soplan oscuras nubes a mi alrededor

En cuestión de segundos pierdo el hilo de rimar algunos versos
Pierdo las ganas de escribir, las ganas de respirar
Pierdo el sentido de todo

Es tristeza que llega de la nada, de todo

Es la unanimidad del tiempo
Es el espacio que siendo tan infinito se siente de los más diminutos seres
Mentira que se cree verdad
Puta que se cree santa porque es su labor
Es el todo, indefenso, en manos de la nada

Es la tristeza que viene a seducir… y yo que pensaba que con follarla tantas veces con amor se iría para siempre

En esta ocasión no haré nada…

Bueno, ya estoy escribiendo, eso cuenta aunque no sirva
Porque otra vez me quedaré sin palabras…

Miguel Tovar
@iLeteo

Cara a cara con la tristeza




Si una tormenta nubla sus sentidos

Tiro todo a un lado
Corro hasta sus estancias
Entre rayos y ventiscas
Abrazo a mi cielo amado

Beso su ausencia
Entre nubes oscuras
Distingo sus pesares
Busco en su inmensidad
El sol que alivie mis penas

Y con hilos de esperanza
Lo llevo hasta lo más alto
Para que la tormenta termine

Te venceré cara a cara, tristeza
Teniendo mi cielo conmigo…

Te vencí.


Nurbia Cupares
@nurbia_deya

Despertar

Despertó junto a ella una mañana como cualquier otra, en la misma habitación desde la cual vio tantas veces salir el sol por el horizonte, con el típico olor vespertino que queda después de una larga noche de excesos. La luz entraba por la ventana recorriendo su figura, dibujando una sombra sobre la cama que se estrellaba con su cuerpo fundiéndose como uno solo, se preguntaba cuántas mañanas pasarían antes de no verla nunca más, de no sentir la presencia de esa compañera absorbente y desgastante con la que había pasado tantas noches y amaneceres como ese, cuándo volvería a experimentar lo que la palabra libertad llevaba a cuestas. Tanto la buscó que un buen día se la encontró de frente y simplemente no supo qué hacer, cómo debía actuar ni cómo zafarse de ella, esperaba con ansía el momento de escapar de su lado para ser libre de nuevo.
En su momento fue la amante perfecta con la que siempre soñó, era feliz pasando los días con esa mujer que lo acompañaba, se entregaba a sus brazos en las frías noches y dormía plácidamente entregado a ella, nunca se había sentido tan pleno haciendo el amor con ninguna otra, creía que había encontrado lo que siempre quiso. Sin saber por qué, esa mañana despertó con una sensación diferente a los amaneceres anteriores, en otro momento se le habría dibujado una sonrisa al verla dormir solo con una camisa suya cubriendo su perfecta desnudez, pero en ese momento no quería más que perderla y no volverla a encontrar, ya sabía qué era tenerla y no pretendía pasar ni un segundo más encerrado en la misma habitación con ella. Simplemente no tenía el valor para pedirle que se marchara, decirle a la cara todo eso que lo oprimía, y cómo hacerlo, si al final de cuentas era la única que lo había acompañado desde hace tantas lunas, fue su confidente incondicional e incluso fuente de inspiración para su vida, pero era algo que debía hacer, ya le había dado muchas largas a ese momento. Y de repente, en un arrebato de valor y de locura, solo pudo gritar… “No te aguanto más soledad”.

JuanK Reyes
@juank_reyes
http://miprimeratercerapersona.blogspot.com/

Tus manos

Cuando tus manos toco, amor, son alas para mi vuelo,
Cuando tomo tus manos, reconozco mi vida.
Suaves como el pétalo de la flor, frágiles como el cristal, son tus manos, amor, que me hacen volar.
Suavidad de mujer, que en tus manos tienes.
Tomo tus manos como a mi corazón que tú posees.
Esconden suavidad y tristeza, melancolía y soledad. Esconden secretos que quiero conocer.
Las sé más que a las mías; más que a mí mismo.
Ciertas como tú.
Las tomo y soy, soy cuando las tomo.
Son únicas, mías. Siempre.

Tus manos, mujer, son alas para mi vuelo.

Jaisab
@_JaimeSabines
http://sentimientospautados.blogspot.mx/

Pedalear

A veces es siempre


A veces, sólo me siento a esperar a que suene el celular. Que tu nombre salga en la pantalla.

Sonreír.


A veces me imagino junto a ti. Pasando un momento agradable o tal vez planeando alguna salida para el fin de semana.

Vivir.


A veces, creo que hemos estado juntos por mucho tiempo. Que me dices al oído cuanto me amas y que no te arrepientes de nada.

Compartir.


A veces nos veo disfrutando una comida o un café. Sentados frente a frente, preparados para lo que sea que esté por venir.

Resistir.


A veces, mis manos pintan tu silueta pegada a mí. Tu respiración vagando en mi cuello y tus besos siendo el orgasmo que siempre quiero vivir.

Sentir.


No sé a quién engaño, todo esto no es más que el orgullo hablando.
No a veces te pienso, no a veces te siento, no a veces te imagino y no a veces te vivo.
Es que siempre lo hago.

Momentos en efectos

Aquí te traigo la foto.

La naturaleza es tan irreal.



Él eligió estar solo



No te quedes sin azul.



La tarde se nos quedó en juego, el fuego fue luego. 



Julio Muñoz  

Te echo de menos




A veces con caer no me vale y necesito darme fuerte con el suelo, y caigo, y me estrello, y aún así te echo de menos.
Te busco en otros ojos, otras pieles, otros lloros, y caigo, y me hundo, y aún así te echo de menos. 
No puedo cerrar los ojos sin sentir que no estás, que nunca has estado y que nunca es mucho tiempo. 
Y aquí me dejas, solo y perdido en ti, engañándome en cada respiración, perdiéndote en cada latido.

Y caigo, y me estrello, y aún así te echo de menos. 

Quiero huir pero no me dejo, quiero sentir pero no me alejo. 
Tan dentro y tan lejos que solo queda distancia y dolor. 

Y aún así te echo de menos. 

Olvidarte es tan doloroso que no me atrevo, y te olvido y me hiero. Porque te quiero. 
Tropezar contigo fue el error, quererte es la muerte. Y me caigo, y me hundo, y aún así aún rezo a la suerte. 
Aunque esté muerto te quiero. Alguien me robó el viento y tú me trajiste lamento. 

Y te quiero, y me hiero. Y aún así te echo de menos.

Julio Muñoz  

(A ti que no lo vas a leer)

Hastío conjugado







Esculpimos tristísimas cavernas. Tallamos sobre ojos y reverenciamos la hojarasca. Palpitar de musas petrificadas. Larga memoria de la costumbre. Hastío conjugado en uno mismo.

Mirando el cielo



Un árbol
visto de abajo
te invita a tocar
el cielo.

Perfumes

A mí la vida me huele
como recién perfumada.
Cada mañana despierta,
como oliendo una mirada.
Cada noche se adormece,
con aroma de palabras.

Cuarenta años

40 veces no debo,
40 veces debí.
40 pasos de menos,
40 saltos que di.

40 silencios tuyos,
40 veces mi voz.
40 pecados nuevos,
40 noches sin vos.

40 cielos volados,
40 mil por volar.
40 dice el pasado,
40 más por llegar.

40 veces poeta,
40 flores en flor.
40 años que cumplo,
40 buscando amor.

Letras

Hay letras que son la jaula
y hay otras que son el ave,
después están las tuyas
que son la llave.

Libertad

Libertad es correr y con el viento en contra volar un papalote.

En cuadros


Ana R.