martes, 24 de abril de 2012

Ganadores del 5o Concurso #ConFábula

¡Felicidades!

Sabemos que no era fácil, pero @tabsgreen, @erikalma_ y @PoleBailarina le dieron imagen a un tuit.

¡Muchas felicidades a los ganadores! Aquí están los participantes (y el tuit):

Todos



Todos los lugares y ninguno. 
          Todos en un libro. 
          Todos en un punto. 
               Todos en uno. 
                      Todos. 


Todos los caminos sin rumbo. 
      Todos al fin perdidos. 
      Todos llegando juntos. 
             Todos llegando. 
                      Todos. 


Todos los lugares 
  y todos los libros 
     y todos los puntos 
        y todos los caminos 
           en uno y ninguno. 


 Rubén Ochoa

Secreto

Dijiste que no era miedo
y así es como se sentía.
Yo abrí las alas de pronto
y no quisiste volar.

Traté de abrirte la jaula
traté de amarte los sueños
pero nadie es el secreto
que otro no quiere contar.

Soledad

Sombra de un columpio vacío, 2012.

Depende

A veces parece que el sol sale, pero no brilla para todos.
A veces parece que el sol brilla, pero no brilla. Igual que todo.
A veces todo parece, pero ni es, ni es todo.
A veces, todo parece pero ni es. Ni es todo lo que parece.
¿No te parece que podría ser? ¿Que todo depende? ¿Y depende de quién?
No ¿Te parece? ¿Qué podría ser? Que todo. Que depende. Y quién podría responder.
Es que depende. ¿El brillo del sol está en el sol? ¿Está en los ojos? No sé si todo, pero un poco sí, un poco no.
No depende. Ya no. El brillo está en el sol y no. Y en los ojos hasta que mueren en el oro sin perdón. Y todo. Y no todo.
Si ya no depende todo, queda entonces el acaso, el quizá, el mientras tanto. Si ya no brilla y no es sol, si sólo es oro y también si no.
Si quedan el acaso, el quizá y el mientras tanto, entonces depende de todo. Del sol que es y no es, y del oro. De los dos y de ningún otro.
¿Y entonces? ¿Habrá preguntas si ya nadie las responde? ¿Habrá equivocaciones si no quedan esperanzas? ¿Saldrán de nuevo el sol, el oro y el brillo para el ojo?
Habrá preguntas si nadie las responde. Pero no equivocaciones si no quedan esperanzas. Y saldrá el sol porque el oro callará a los ojos.

Nadia Orozco & Rubén Ochoa

Yo, pecador

A los 60 mil muertos por la guerra contra el narco en México.

Yo confieso ante Dios Todopoderoso,
que de todas maneras no necesita que confiese nada porque sabe todo,
y ante ustedes hermanos,
que son hermanos del mismo dolor,
que he pecado mucho:
porque he pensado que este país ya no tiene salvación,
porque he dicho que ya no tiene remedio,
porque he hecho poco por salvarlo,
porque he dejado de hacer lo necesario.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi grande culpa.
Por eso ruego que intercedan por mí.
Y por ti.
Y por todos nosotros.
Que alguien le diga a Dios que ya sabemos
que desde el cielo nuestra pequeñez es tan grande.
Pero es nuestra.
Y desde aquí parece que nos ha abandonado.
Que alguien le diga a Dios que es culpa mía.
Y tuya.
Y de todos nosotros.
Que alguien le diga a Dios que ya sabemos
que vivimos con miedo y angustia
y es por causa de nosotros mismos.
Que alguien le diga a Dios que ya sabemos
que somos los únicos con poder de cambiarlo.
Aunque sólo podamos voltear hacia otro lado.
Ya sabemos, pero que alguien le diga que, aunque sea un ratito, pare.
Amén.




Dos Corazones

Dos corazones se besan,
tan sólo son cerámica de sueños,
con sus grietas a la vista,
con sus vacíos y sueños
que no se llegan a ver.

Se parece tanto al amor...


¿Quién dice que tengo que saltar?



Se preguntaba el hombre con la mirada perdida y falta de ilusiones, pero al mismo tiempo con la tranquilidad que da el “es poco lo que me importa”.

Sentado balanceaba su peso y jugaba a inclinarse hacia el precipicio, abajo esperaban asustados todos sus pendientes, las crudas realidades y un tanto más horrorizadas sus responsabilidades.

De su bolsa sacó un cigarrillo, fumó mientras pasaba el sol por las nubes, un pájaro que cruzaba el cielo lo miró y pensó; está a punto de ser libre y aun no lo sabe, si tan solo decidiera contemplar el paisaje y dejar de pensar en el salto.

Así transcurrieron dos horas, de pronto, los gritos del abismo comenzaron a ejercer presión, la corbata que portaba se sentía como soga en el cuello, los zapatos como plomo que le impedían levantarse y caminar y el traje como manto fúnebre.

El pájaro que aun merodeaba por los alrededores decidió intervenir, se posó cerca de él y le dijo:

La libertad se disfruta más cuando estás a punto de perderla. Si saltas, vuelves a tu rutina y mueres hoy, mañana o en quince días, no hace la diferencia.

Pero si no lo haces, y olvidas las consecuencias, habrás vivido el equivalente a mil años.

¿Por qué me dices todo esto? Preguntó el hombre sorprendido.

Porque antes de ser pájaro y tener la libertad de volar a donde yo quiera y escoger mi propio nido, fue hombre como tú, le dijo.

El hombre comprendió que no es el salto lo que importa, es la libertad con la que se haga lo que nos da la satisfacción del deber cumplido.


Evelyn Barker
@BlancoAzulada
http://embpoet.tumblr.com/

Sueños



Siempre soñé con volver
a aquél rincón donde la mar
nos embrujó, con su aire,
su olor, su sabor a sal…
Tan cerca de ella estoy
que tiemblo al pensar
que por mucho que busque
allí, tu amor ya no estará.
Me siento perdida al mirar
y no ver más que la ausencia
de aquél amor apasionado
que nos dominó sin piedad.
Esclavos de amor y pasión
continuamos entregándonos
sin pensar, sin saber, sin preguntar
hacia donde nos iba a llevar.
Un día, todo acabó,
ni el aire, ni el olor,
ni el sabor a sal de la mar
nos pudo salvar.
Separándonos, partimos
cada uno a su lugar
y ahora me muero por volver
sólo para poder recordar.
Mi caminar cansino
no me ayuda en mi ansiedad
y al llegar de nuevo la noche
estoy cansada de amar y llorar.

Daria
@Madrecelta
http://cosasdannu-madrecelta.blogspot.com.es/
http://cosasdannu.blogspot.com.es/

Me equivoqué a lo macho

Pos no, resulta que no, que siempre no era el amor de mi vida, pero… ¡Cómo se le parecía!

Y es que se apareció en mi existencia así, cuando menos lo esperaba. Me dijo que le gustaba ver a los ojos y… Ni modo de perderme la oportunidad de reflejarme en su mirada.

Y es que si hubieran visto sus ojitos color café, seguro que también a ustedes los habría engañado. Pues me pasaba algo raro por el cuerpo; la sangre me empezaba a hervir, los bellos de los brazos se me erizaban y las luciérnagas de mi estomago se alborotaban iluminando mi sonrisa.

Cómo no creerle si me llegó a decir: ¡amor, amor, amor cómo me gustas! Y pos yo me derretía.

Bueno… Ya aquí en confianza les diré que, en cierto momento, supe que estaba caminando tras una ilusión, pero quise arriesgarme. Me dije: ¡total, qué tanto es tantito! Y no pues el tantito fue más de lo que pensé.

Me dejé llevar y llevar y llevar hasta que toqué el cielo, pero estando arriba... Me dejó caer. Me he dado tremendo fregadazo que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. ¡Ay! ¿qué si dolió? ¡Hombre, pues no rompí el pavimento nomás porque el que ya estaba roto era el corazón, las ilusiones y todititas las emociones!

Pero yo sabía que pasaría y aún así le quise apostar. Ni modo, me tocó perder, erré, pero me equivoqué a la mexicana. Me equivoqué a lo macho. Todavía tengo corazón pa´ querer.

Edith Aguilar
@CerezoRosa_
http://elalmadictaelcorazonescribe.blogspot.mx/

El cajón de tus recuerdos

Hoy abro el cajón
De tus recuerdos
Y empiezo a soñar
Contigo otra vez

Recuerdo tu piel
Ardiente como fuego
Y la llama de nuestro
Primer amanecer

Me encuentro soñando
En tenerte al menos
Un rato más en mí
Luego no hay después

Agua que corre
Por el río de mi sangre
Y que nunca jamás
Escasa podré beber

Tu sonrisa vuelve
Encandilando mis ojos
Pero vuela en mí tu falta
Y en mi mente te despojo

Siempre me quedé
En buenos momentos
Mi dolor y tu herida olvidé
Y mi cura fue el tiempo

Supe perdonar costumbre
Pero no la traición
Pude perdonar tu pena
Pero no el engaño

Te recuerdo simple
Y en mis huellas
Quedaron grabados
Tu aroma y tus pasos

Hoy abro el cajón
De tus recuerdos
Pensando en donde
Ha quedado el ayer

El Taxista Sentimental
@taxisentimental
http://eltaxistasentimental.blogspot.com

Recuerdos y sabidurías


Recuerdo los amaneceres de tu mano, caminando por alguna playa, en la que habíamos despertado después de usar los rayos de la luna como sábana. Recuerdo los atardeceres con sabor a tus besos, y tus besos con sabor a noche. Recuerdo sentir tu cuerpo estremecerse entre mis brazos tantas veces, que me parece imposible que hoy no estés aquí. Recuerdo los amaneceres en ti. Recuerdo que no me dejabas dormir. Recuerdo que a tu lado el mundo no importaba.Recuerdo buscar tu sonrisa frente a la mía cuando con nuestros labios creábamos un nuevo mundo

Un nuevo mundo, no sé si es este o lo fue aquel.

No sé si las calles por las que ahora camino desolado y en caos, son las mismas por las que ayer corría tomado a tus vestidos. No sé si los vestidos con flores las tenían marchitas cuando tú los usabas. No recuerdo si las sonrisas ya eran hipócritas cuando se dibujaban en tu cara. No recuerdo si el teléfono traía ya malas noticias cuando estabas tú del otro lado; o si el mar se vestía de miedo cuando lo usábamos de fondo para nuestro desborde de pasiones. No sé si la luna era el espejo de mi infelicidad, o si ya venia acompañada por la noche.

La noche, que hace inmenso mi pesar, que ahora sirve solo para pensarte, para saber que no estás aquí, y para dudar si el mundo era así cuando estabas dentro de mi."

Juan Diego Maya
@duloms
http://duloms.blogspot.mx/

Adiós

— ¿Y así se acaba todo? ¿Dónde irá a parar todo el tiempo que nos hemos robado, todo los besos que aún no nos hemos dado?

— Nada se acaba, ni empieza. Todo se destruye... los besos y el tiempo. Solo nos queda robarle vida a la muerte. ¿Por qué pides explicaciones?

— Ayer fuimos el mejor de los futuros y hoy nos hemos convertido en un ayer condenado a olvidar. ¿Y la piel, cómo obligar a mi piel a necesitarte?

— Deja de dar vueltas, que ni contestas ni oyes tus preguntas. Aún así te diré que piel siempre tienes más de la que necesitas. ¿Ya lo has olvidado?

— La que olvida eres tú, desde siempre fuiste experta, saltas de cama en cama dejando lágrimas enredadas en la sábanas.

— De enredadas nada, de olvidadas todas las camas. Y con las lágrimas friego los platos y los errores.

— Tan fría como siempre, no debería sorprenderme. Te gusta regodearte en el dolor ajeno, así te conocí y así te recuerdo. Te dejas querer hasta convertirnos en rutina para luego huir.

 Querer es poder, poder hacer lo que quiera, y no, no me voy a quedar a ver como transformas todas las preguntas en acusaciones. Llámalo huir, yo lo llamo libertad.


— Preguntas es lo único que me dejas, preguntas y un vacío que llenaré con tu recuerdo, tu mirada y tu desprecio.

— Si te dejo un vacío, es porque ya estabas hueco antes de que yo llegara. No soy yo quien descosió tu roto.


— Tú eres la que de mí solo ha dejado trozos, antes yo era, ahora soy por ti, de ti, de todos tus silencios.

— No confundas ayer y presente. Siempre fuiste lo que hoy reflejas: un deseo para mañana. Nada más que eso.

— Entonces solo nos queda decirnos adiós como quien no sabe que en esta despedida dejo casi toda mi vida.

— A mí se me cayó el adiós en tu primera pregunta, solo tenías que recogerlo... No era tan difícil, ¿Verdad?

Ester Marfer & Julio Muñoz









Te regalamos



Te regalo el verde de los campos, el rocío resbalando sobre las hojas y el lento susurrar del viento. 

Te regalo un océano que desemboque en tus brazos, que le de color a tu cielo.
Te regalo las palabras que hagan temblar tu cuerpo.
Te regalo un sueño que te arrope y te arrulle.
Te pintaré el mundo solo con sonrisas mientras miramos la gente pasar. 
Te regalo la clave que reinicia el sol cada amanecer.

Te regalo una vida dentro de una caja de música.
Te regalo cada letra de este verso.
Te regalo cada beso de estas ganas.
Ten, quédate con lo que quieras. Quédate con lo que te queremos.

De Ester Marfer & Julio Muñoz para Julianix Figueroa


El árbol del fin del mundo

Julio Muñoz  

Te lo he dicho

Te lo he dicho muchas veces, que te quiero, te quiero.
Te lo he dicho siempre, siempre y siempre.
Te lo he dicho gritando, gritando y gritando.
Te lo he dicho a los cuatro vientos: viento, viento, viento, viento.
Te lo he dicho una y mil versos, una y mil besos.
Te lo he dicho tantas veces, que a veces exploto.
Te lo he dicho con locura, mi locura.
Te lo he dicho y te lo he repetido, te lo repito.
Te lo he dicho que me canso, me canso y no me canso.
Te lo he dicho en tu cara bonita, bonita, bonita tú.
Te lo he dicho y te lo diré siempre, siempre, siempre tú.  

Omer Alfcorbar

Palabras y silencios

Soy la palabra
que por escrita vive
y no se borra.

Soy el silencio
que por oculto vive
y no se grita.

Abuelo

Sus abrazos tenían la infrecuencia de quien suelta un grito sólo cuando llueve, y no puede más que estallar en gotas o dejarse derramar. Conocía las palabras mejor que cualquier especialista en crucigramas. Sabía silbar bajo justo en el minuto en donde la tarde cambia la mañana. Me conocía los atajos, los callejones sin salida, las curvas abruptas y las avenidas, pero jamás me delató. Andaba en bicicleta por el barrio con ese don de gente que conoce todo el mundo, y esa pureza de quien sin haber viajado, sabe que no amaría ningún sitio más que a su suelo. Guardaba monedas viejas en una lata, con la pasión de un anticuario. Tomaba mate sin parar, y no gritaba lo goles de su club por pura cábala. Era un hombre de confianza exhibida sin pudor. Era un sabio en mi mundo sin héroes. Además era mi abuelo, y lo extraño.

Amanecer

Desde mi cama sueño
y cerca del primer albor,
se adentra un rayo de sol
que me abraza.

no seré más luna, habré perdido las alas

De la noche una escala hacia abajo,
un descenso a la tierra para sumergirme en los ríos eternos.
Y dejar que se encargue la corriente y me arrastre.

No seré amanecer en mañana,
porque en la luna me quedo y le vivo a mi amor eterno y profundo,
que se lleva las noches tan lejos de mis dedos.

No seré marea de las noches desnudas de luna,
porque me habré transformado en río
que lleva y maneja su propio camino.

No seré tiempo porque del tiempo me deslindo,
solo dejo en sus dedos
mis vidas pasadas, mis tiempos presentes
y mis ríos de plata de los que fue dueño de mis sueños concebidos.

No seré noche ni mañana, ni siquiera madrugada
no seré tarde callada
ni otoños revueltos de hojarasca
no seré inviernos de frío, 
solo río...

No seré sueños de vidas pasadas,
de las pieles que se quedan en almohadas.
no seré canto ni suspiro,
ni siquiera lluvia o gotas calladas, solo seré río.

No seré sol ni nube ni rostro,
ni siquiera cielo de estrellas escarchadas,
seré río que avanza y se marcha.
Seré pasajera de mi propio camino.

No seré poemas ni siquiera palabras,
no seré tacto, ni siquiera suspiro.
No seré dedos que escriben de magia
seré río una pasajera más en su camino.

No seré pájaro que vuela, ni siquiera alas que sueñan.
No seré árbol que crece a la sombra,
Yo seré río, pasajera de su cause y camino.

No seré cuaderno ni pluma
ni siquiera la prosa que acompaña las letras acomodadas
seré río que fluye,
como una pasajera más de su destino.

No seré poesía, he perdido su piel en el camino
seré río que asemeja y se adapta
a su cause y destino.

No seré beso, pasión o dulzura.
No seré más tus risas en las noches duras
seré río que se pierde
y se guarda la luna en su vientre mientras duerme.

No seré libro que cuenta su historia
ni la música que guarda más mi memoria
seré río en luna que se esconde
en el fondo más profundo de su abismo.

No seré los siempre, tampoco los nunca
ni lo eterno que guarda la memoria
solo río, lluvia que se pierde en la luna
y se evapora en suspiro que se esconde.

No seré las manos ni los pies ni la memoria,
tampoco los ojos, ni el tacto ni la boca
seré agua que viaja por todos los rincones y se marcha.

Seré lo que no seré solo eso,
el yo se guarda en su alterno y se convierte...
Desaparece y se pierde.
seré luna oyente en el río que se marcha sin despedirse.

Nunca más reflector de unas manos que curan, que sanan heridas.
de unas letras que abrazan
de una voz que desnudan palabras.
De una piel que platica de almas.

Nunca más unos ojos que miran y esperan
nunca más estos labios que le guarden palabras
ni unas manos que se queden abiertas.
Solo puños dormidos, una mente ausente
y un alma atrapada, con la boca cerrada.

No seré más luna, habré perdido las alas...
No seré más luna, me habré marchado sin nada.
Silvia Carbonell L.

Estamos todos

Está el que cree
y está el que crea.
Está el que duerme
y está el sueña.
Está el que miente
y el que es mentira.
Y está el que dice,
diciendo nada.

De fiesta con el pasado



Ana R.