martes, 26 de junio de 2012

Ganadores del 11er Concurso #ConFábula



¡Felicidades a los ganadores!


Primer lugar:
Segundo lugar:
Tercer lugar:
Aquí una probadita de los participantes: Microcuentos de amantes Con Fábula

(Cadáver Exquisito)




(Cadáver Exquisito)








El amanecer con un resplandor ocre cómo no lo había visto antes.

Creo en los astros, y tal parece que no podré saber...

Ahí aparecías, dormida a mi lado. Una hipóstasis manifiesta de todas esas las heroínas que nada más existen en los libros.

¿A dónde se dirigen los cometas que atraviesan el arcoiris de la imaginación?

Huelo a ti, no hay una pizca de realidad que parezca definitiva.

Porque estamos en el mismo lugar, sin coincidir.

Miras al alba por la ventana y disfrutas de mis remedos de zalamerías, mas no las correspondes,

para desterrar las sombras, para no dejalas enfriar.

Y cuando estás me fundes como explosión de antimateria,

para arrancar cuidadosamente cada capa de realidad.

Es sólo la comunión del instante y la falta de trascendencia,

es restregarnos al filo de una sonrisa espontánea.

Autónoma e irreal casi no cambias y enseñas a leer, enseñas a luchar y te defiendes y la luna y las estrellas te protegen.

Eres la voz del eco dentro de la boca del otro.

Representas amabilidad, aunque popularmente eres la mala suerte.

Eres ventana y espejo.

Empujas fuerte el amor, lo desquitas con respiros para hacerlo tangible, físico,

dentro de los ojos de quien te mira.

Y sigues ahí, con luz tenue reventado el corazón. Alma colmada.

Eres ese universo paralelo, perdido.




Merodeador Nocturno @choco_nocturno
Claudia Yenisey @Cy___

Regreso al cuarto

   La primera vez simplemente supe que estaba ahí. De rodillas y con los ojos cerrados, apoyé mis manos en el muro. El frío y la humedad invadieron mis dedos, subiendo por los brazos. Insistí. Pronuncié su nombre sin pronunciar palabra alguna. Canté para él, en silencio y con cuidado, una vieja y casi olvidada canción de cuna. Nos dormimos juntos, sólo separados por el imposible muro. 
   Desperté sabiéndolo en el cuarto. Abrí los ojos algo asustado por el cómo, el por qué y el cuándo. Decía que abrí los ojos y él ya me estaba mirando. Lo miré a los ojos, me miró otra vez, nos miramos. Quizás nos reconocimos. Quizás nos esperábamos. Dominamos el impulso de abrir la boca y el escozor del llanto. ¿Cuántos años habían pasado? ¿Cuántos kilómetros recorrimos por los caminos que ya olvidamos? ¿Cómo llegamos a estar otra vez frente a frente casi tocándonos? ¿Por qué el círculo nos seguía guiando? Llegó la noche y nos dormimos como habíamos despertado. 
   Desperté otra vez solo en el cuarto. El paño rojo que cubría el espejo, estaba en el suelo, sucio y gris, todo pisoteado. Miré más allá de su fría superficie. Ahí, al final del pasillo, parado al lado de la puerta del cuarto, él me esperaba. Me miró sonriendo y con la mano derecha me invito a regresar al lugar del que nunca me había marchado. 

   Rubén Ochoa

búhos

de noche salen
los búhos filósofos
a tejer lunas

su tiempo azul
al ritmo de la noche
abriga sueños

Nubes con forma de nubes

Nubes, Juárez, Nuevo León, 2012.
Tan difícil que es encontrar nubes con forma de nubes, y yo las hallé sembradas en un cielo, listas para ser cosechadas.


Secretos

Una taza de café de Sanborn's, 2012.

¿Qué secretos hay
en esos bordes blancos,
bordes callados?

Secretos, charlas,
y confesiones largas
llevas contigo.

Oscuro café,
brebaje infinito,
secretos míos.



Tres Voces

Era verano, pero llovía como en invierno; con esas gotas espesas y gruesas que no te dejan ver, ni pensar, ni respirar, y sólo caminás como un autómata, acelerando el paso, pensando que estás a punto de llegar, que sólo faltan metros. Llegué a casa empapada de pie a cabeza, y me abalancé sobre la cafetera para devolverme un poco de calor al cuerpo. Estaba el café como recién preparado. No vi la nota sobre la mesa, hasta que salí de la ducha una hora después. Era breve, con la típica letra de médico de Juan, que nadie entendía pero yo sí. “Tengo que irme, necesito respirar, así no doy más”. Ni un te quiero, ni un te llamo, nada que aliviara esa especie de adiós como tiro al pecho. Era verano, y lo recuerdo bien porque fue un verano de mareas altas. Lo recuerdan todos porque salió en las noticias cuando encontraron el cuerpo de Juan, después de que pasó la tormenta. Me dejó con un post-it, fue todo lo que yo pensé. Empecé a buscar como loca en el departamento sus cosas, y todo estaba igual. No entendía nada. Sólo faltaba una mochila y un par de zapatillas. ¡Me dejó con una puta nota y se fue con lo puesto!. Hasta que vi el noticiero y quedé muda. Dijeron que se tiró del muelle, que alguien lo vio y trató de detenerlo. Ni siquiera atiné a llorar. El llanto llegó después, y creo que nunca paró.

Era verano, pero llovía como en invierno; no hacía más que dar vueltas como gato encerrado en el departamento, viendo las gotas gruesas chocar contra el cristal, tanto que hacían ruido; tanto que la cabeza parecía que me iba a estallar. Preparé café para que Gaby lo encontrara hecho y no me tildara de egoísta como siempre. Gaby y sus celos de todo. Gaby y su forma de mirar el mundo en blanco y negro, y el blanco de sus enojos siempre era yo. Hacía dos horas que me habían despedido de la clínica con un triste: “Reestructuración de staff”, que me tragué como pude. Me tomé el café y me pareció áspero. También lo tragué como pude. No sabía qué hacer con tanta ira contenida y a pesar de la lluvia decidí ir a correr a la playa. El agua siempre me calmó, y por eso nos habíamos mudado a Pinamar en un principio, cuando el stress de la capital había hecho estragos primero con mi pelo, y después con mi matrimonio. Gaby no quería vivir cerca del mar, pero la convencí pronto. Garabateé una nota. No se me ocurría qué poner. La dejé sobre la mesa. Me calcé las zapatillas y una remera, puse una toalla y un par de medias en la mochila y apagué la luz. Llovía con ganas, y cuando me iba acercando a la playa la tormenta ya estaba desatada; me pareció más absurdo no correr que volver a casa. Corría casi sin aire y cuando llegué al muelle vi un tipo enfilando derecho, decidido. Le grité fuerte, pero creo que no me escuchó. Cuando se paró en el borde empecé a correr más fuerte. Llegué justo a agarrarlo, pero no vi la ola, y sentí un raspón fuerte en el brazo. No supe qué me golpeó. Sólo tropecé, y lo último que vi fue el mar furioso y la cara del tipo. Sonreí y pensé: Gaby se va a enojar si vuelvo con la remera rota.

Ya no daba más. Estaba harto de todo. De la vida miserable que llevaba, de la soledad, de la bendita playa que alguna vez me había parecido un paraíso, de las llamadas nocturnas de mi madre preguntándome cómo me iba y cuándo iba a volver. ¿Volver?, yo no quería volver a ningún lado. Volver era claudicar con mis sueños del negocio propio, de mandar la ciudad al carajo y empezar de nuevo en otro lugar. Me había ido mal desde el inicio, pero no lo quise aceptar. Después las deudas se empezaron a sumar y pedí un crédito, y después otro, y cuando ya no quisieron darme más pedí prestado, y después más. No podía pensar. La lluvia me pone tenso. No sentía que ninguna parte fuera mi lugar, y pese a que nunca creí que sería del tipo suicida lo único que hice fue ponerme un par de zapatillas, una remera, meter los pagarés y todos los papeles del negocio en una mochila y salir hacia el mar. Cuando estaba en el muelle todo pareció más simple, pero más cierto y empecé a llorar. Me acerqué al borde y ya no veía nada, no sé si por mis lágrimas o por la lluvia, pero no veía nada. Por eso tampoco vi que se acercara el tipo y me agarrara del brazo, sólo sentí un tirón fuerte e instintivamente me quise soltar. La ola. Fue culpa de la ola. Una rama me pegó cerca de la cara y creo que al tipo también. Fue un minuto. Como un baile. Lo vi sonreír en el aire y no lo pude agarrar.

Ajedrez al Corazón

Detrás de tus torres hay demasiado orgullo, y mi reina te desafía pero tiembla. Es tu turno rey, y tengo más miedo a perderte que a perder.

Ya no tengo estrategia ni paciencia para aprender a saltarte todos los casilleros. Te quiero de rey. Me quiero de reina. Pateá el tablero.

Yo salto tus alfiles, derribo tu torre, y vos seguís sin llamarme tu reina.

Muevo mi reina por tu ajedrez hasta chocar con tus torres. Rey cuidadoso que no sacrifica ni un peón ¿cuándo hacemos tablas?.

-.-

Mariana Aran
@mariana_aran

Penumbra

En la penumbra
se oye tu voz que calla
se oye tu sombra

Yo no te veo
sólo repito cosas
que alguien me cuenta

Yo no te siento
sólo cierro los ojos
y te imagino

Vos estás lejos
nunca sabrás que sigo
latiendo fuerte

Vos estás ciego
sólo mirás los ecos
de un sueño viejo

Cae la tarde
alguien dibuja espinas
entre mis letras

En la penumbra
todo parece quieto
todo se mueve

El Viaje de Dorita

Me envolvió el viento y me elevo, disfrute de la altura, vi mi casa hecha pedazos dando vueltas y la sección de tierra donde momentos antes estuve, sostengo a Totò con todas mis fuerzas el es muy importante para mí, nunca me separaré de él.
Todo el mundo sabe la versión que hice correr, y es que la culpa lo tuvo Totò al escapar y hacer que le persiguiera, a estas alturas no me importa la censura y he de confesar, que el ya rascaba para abrir la puerta del refugio antes de que estuviera cerca el huracán, fui yo quien lo tome en mis brazos con todas mis fuerzas y me metí al huracán, que por cierto no me dejo muy lejos de casa, un par de millas a lo más día y medio a pie, pero fui yo quien decidió darle la espalda a Kansas y tomar esa trocha de camino amarillo que me llevaría al otro lado del mundo.
Hoy me invade un recuerdo, muchas imágenes que cada día son borrosas, mi mente lerda las olvida, sé ahora mi vida es sórdida, quien soy, en donde estoy. Que puedo esperar de mí si me sentí reina con compañías deplorables, un espantapájaros que quiere un corazón, un león que quiere ser valiente, una hojalata que quiere ser hombre, todos ellos entes fuera de la realidad anhelando cosas con las que siempre nacieron, enredando las ideas y moldeándolo para poder dar rienda suelta a su autocompasión sin fin, esta fue mi compañía y hoy vivo una vida insulsa a causa de juicio zaino.
¿Totò donde estas? por qué te deje marchar si hoy recuerdo eras lo más importante, sé que solo es un chispazo de lucidez lo que tengo en este momento lucidez intermitente que casi nunca me visita y por lo mismo quise plasmarlo en este momento, porque de un momento a otro regresara como hasta ahora esa parte porfiada que me hace seguir adelante errando cada paso, aunque la muy maldita me abandona en las noches y me quedo sin esa parte porfiada y sin lucidez, entonces me doblo y me horadan los recuerdos de esa vida que tenía, el impacto de mis malas decisiones me aplasta y tiemblo de miedo sin voluntad para regresar, sé que aun hay familia y amigos pero mi volición me abandona apenas ronda en mi cabeza el regresar.
Creí en la bruja inocentemente, busque la contra parte, me invente unas zapatillas mágicas. Hoy sí que estoy lejos de casa. He perdido a Totò. No sé el camino de vuelta. ¿algún día volveré a Kansas?.

-.-

Víctor Basilio Hernandez
@_sietesoles

Mundos

Mon tout dans ce monde
Palabras de otro idioma, de otro siglo,
de otro amor: aceptarlas
para poder decir cómo te quiero,
lo que eres para mí.
Exactamente eso: mi todo en este mundo.
(Juan Antonio González)

-.-

Sé que tendremos días que no merecerán poemas,
y que a veces los sueños se nos caerán encima.
Pero intentamos, entre luces y sombras,
lograr que este acto de fe tenga plusvalía;
porque no hay historia que se escriba con las manos trémulas,
y el miedo es un pésimo narrador;
porque vivir añorando no incendiaba la cama,
y la paz de mis respuestas no tendría tu voz.

Cóncavo. Convexo. Un sueño y un presagio.
Tu furia en mis caderas.
Mi forma en tus pupilas.

Hombre y mujer.

Voy a calmarte la ausencia de dudas.
Vas a colmarme esta urgencia de vos.
Inventáme un silencio donde se esconda mi nombre.
Cantáme hasta que duerma confiada.
Y repetí sin cansarte eso que decís cuando me sentís sangrar:
todos hemos sentido miedo.
Para seguir construyendo esta fe impaciente.
Sin tabúes, ni banderas.
Sin alquimia, ni Dios.

Dos. Sin disfraz, ni destino.
Dos. Cualquier tarde de sol.
En todos los hombres y todas las mujeres:
un hombre, una mujer.
Vos y yo.

-.-

Silvana J.
@Evaysol

El ojo de la luna

Esta noche estás conmigo y te cuido.
No me importa lo que digan las distancias.

Tristeza

La tristeza deja su huella
en donde menos la miran.
Se mete detrás de las nostalgias,
se acuna en los mismos miedos.
Y después se va, como un aguacero.

Necesito

Necesito verte
Necesito tocarte
Necesito sentir tus manos
Y abrazarte.

Necesito que me quieras,
Necesito quererte
Y es porque te quiero tanto, amor,
Que no quiero verte.

-.-

Ceci Villasana
@Cevillasa

Calla



Un Avión de Papel

Me empezaba a enamorar de su voz en mi nombre, de su personaje en mi historia. Tomé una hoja de papel y empecé a escribir aquello que nos hacía envejecer ante el reloj, como una cenicienta. Le di forma de artilugios a esas pausas que el tiempo no sabe escribir, nos di el saber de un café que humea aunque no esté caliente.
Escribí tus mitos con mis huellas, perfumé todos tus regresos con mis interminables quizás, para todas estas odiseas no necesité mayor instrumento que un lápiz. Escribí como si solo estuviese hablando del mundo que no nos cabe en los ojos, del mundo que no conoce el corazón, del mundo que duerme en una voz que habla para perfumar el silencio, del mundo que escoge amanecer en nuestras ventanas.
Quise hablar de este lado del mundo que tú y yo conocemos de memoria, por tantas veces que quisimos tratar de dibujar la distancia en nuestros besos de aire, destinados a morir en el viento que trae las cenizas de un amor que envejece con la distancia.
Tomé el papel, y como no quería ser yo la que te indicara que entre nosotros no había nada más que escribir, hice un maravilloso avión. Lo eché a volar en un cielo desgastado y sin imaginación. Espero que cuando alguien nos encuentre, ya no seamos personas que se aman entre distancias, sino títeres de una estupenda imaginación ajena. Quiero que alguien nos haga renacer como personajes de papel que vivirán en el recuerdo de alguien que solo conocerá nuestroz nombres, no la leyenda de nuestra distancia, y que ese alguien se atreva a continuar la historia que nosotros hemos decidido olvidar en un punto final.
Espero que nos encuentre alguien que no arrugue el mundo que se escribe entre estas cenizas de árbol, que llamamos lápiz.
Espero que nos encuentre alguien que nos conserve en su imaginación como dos personajes que se han de encontrar en historias venideras, en miradas con tinta de futuro.
Espero que nos encuentre alguien que aprecie el sacrificio de dejarnos ser tan solo un nombre, pegado al papel que vuela sin destino en un cielo que sabe de direcciones pero que termina dejando todo en el mismo lugar.

-.-

Violeta Quintero
@ultravioleeta

Arcoiris al final de la vista

ya nadie busca el arcoiris al final de la nube,
ya nadie busca la nube al final del cielo,
ya nadie busca el cielo al final de la vista

Gritos

Nadie te va a susurrar porquerías como yo
ni te va a acariciar el pelo y el cielo
en un solo ademán de pétalo y flor.
Nadie te va a regalar su luna y su ternura
ni te va a robar tu risa de chico
ni te comprará mi dolor.
Nadie va a saber jamás de algunas noches
que hicimos el amor sin tocarnos
tomando algún café, mirándonos.
Nadie te va a jurar un te quiero
ni te va a acariciar sin los dedos
en silencio o a gritos, como lo hice yo
No te van a besar tan despacio
Ni a morderte la espalda
Ni a pedirte más.
Y es rabia, lo sé
Y te miento y lo sé
Pero prefiero pensar
que es tan cierto
que nadie va borrar esta hoja
ni contará otra vez la historia
si prefiero pensar que no fue.

Innato

Un sentir yace quiescente,
ofuscado entre la bruma
Es un fantasma durmiente,
escondido entre la pluma.

Fue engendrado en las cenizas
de un latir petrificado
Producto de las palizas
de una vida de pecado.

Es un palpitar innato,
sobreviviente de guerra
Cómplice de asesinato,
ahogado entre la tierra.

Quema chasquidos de pólvora,
arde entre lluvia de azufre
Rompe a su paso y devora
todo insensato que sufre.

Es innato si se intuye,
si hace eco entre las pisadas.
Si hace ruido y siempre fluye,
cicatriza en las cortadas.

-.-

Miguel Marcell Guzmán Cortés
@Mars_Galaxy

Mis manos

Con mis propias manos Descubrí mi rostro y mi cuerpo Dentro del vientre de mi madre. Con esas mismas manos Construyo formas hermosas, A veces no tanto. Con esas manos Ahora mas grandes Mas sabias y a veces mas tercas En fin… mas viejas Elaboro artefactos, Juego cartas con mis amigos, Dibujo soñando a Mexico Y hasta tejo figuras con mi madre, En la mañana mis manos preparan Unos deliciosos huevos con tomate En la tarde Encadenadas voluntariamente A un mouse Dibujan bellas flores Para alguna empresa Y en la noche, Estas mismas manos Acarician la piel temprana de mis hijos Antes de conquistar desnuda La de la mujer que amo. Todo sucede en una sola jornada Y hasta se toman tiempo Estas manos Para escribir tranquilas estas letras. Giovanny Cortés